El Camino de Santiago, también conocido como Camino Francés, es una ruta de peregrinación que recorre más de 800 kilómetros a través de España, desde los Pirineos hasta la ciudad de Santiago de Compostela. Esta ruta ha sido recorrida por miles de peregrinos a lo largo de los siglos, en busca de aventura, espiritualidad y conexión con la naturaleza.
Uno de los tramos más populares del Camino de Santiago es el que va desde Los Arcos hasta Logroño, dos ciudades situadas en la comunidad autónoma de La Rioja. Este tramo, de aproximadamente 30 kilómetros, es una de las etapas más cortas del Camino, pero no por ello menos interesante. A continuación, te contamos todo lo que necesitas saber sobre esta etapa del Camino de Santiago.
Los Arcos
Los Arcos es una pequeña ciudad medieval situada en la ladera de una colina, rodeada de campos de viñedos y olivares. Esta ciudad es un punto de parada para muchos peregrinos, ya que cuenta con una amplia oferta de alojamiento, restaurantes y servicios para el descanso de los caminantes. Además, su casco histórico, declarado Conjunto Histórico-Artístico, es un lugar perfecto para pasear y conocer la arquitectura típica de la región.
Una de las visitas obligadas en Los Arcos es la iglesia de Santa María de los Arcos, una impresionante construcción románica del siglo XII. En su interior, se pueden admirar numerosas obras de arte, como esculturas y pinturas de diferentes épocas. También es recomendable visitar la Casa del Almirante, un palacio renacentista que actualmente alberga un museo sobre la historia de la ciudad.
El camino hacia Logroño
Desde Los Arcos, el camino se adentra en un paisaje típico de La Rioja, con extensos viñedos y olivares que se extienden hasta donde alcanza la vista. El recorrido es relativamente llano y se puede realizar en unas 6 horas caminando a un ritmo tranquilo. Durante el camino, los peregrinos pueden disfrutar de la tranquilidad y la belleza de la naturaleza, así como de la compañía de otros caminantes de diferentes nacionalidades.
A lo largo del camino, se encuentran numerosas fuentes y áreas de descanso donde los peregrinos pueden reponer fuerzas y refrescarse. También hay varios pueblos y aldeas donde se pueden hacer paradas para probar los deliciosos vinos y la gastronomía típica de la región.
La Rioja, tierra de vinos
La Rioja es conocida en todo el mundo por sus excelentes vinos, por lo que no es de extrañar que el Camino de Santiago pase por numerosas bodegas y viñedos. Los peregrinos pueden aprovechar para hacer una visita guiada y degustación en alguna de estas bodegas, donde podrán conocer el proceso de elaboración del vino y probar diferentes variedades de esta bebida tan apreciada.
Otra opción para los amantes del vino es visitar el Museo Vivanco de la Cultura del Vino, ubicado en la localidad de Briones. Este museo cuenta con una amplia colección de arte y objetos relacionados con el mundo del vino, así como una exposición permanente sobre la historia de esta bebida en la región.
Logroño, destino final de la etapa
Logroño es la capital de La Rioja y la ciudad más grande del Camino de Santiago en esta comunidad autónoma. Esta ciudad, situada a orillas del río Ebro, es conocida por su animada vida nocturna, su deliciosa gastronomía y su rica historia.
Una vez en Logroño, los peregrinos pueden visitar la catedral de Santa María de la Redonda, una impresionante construcción gótica del siglo XVI. También es recomendable dar un paseo por la calle del Laurel, conocida como la “calle de los bares”, donde se pueden probar las famosas tapas y pinchos riojanos.
En resumen, la etapa del Camino de Santiago que va desde Los Arcos hasta Logroño es una experiencia única que combina naturaleza, cultura y gastronomía. Esta ruta es perfecta para aquellos peregrinos que buscan turismo, aventura y conexión con la espiritualidad en un entorno único. ¡Buen camino!