El Camino de Santiago es una de las rutas más emblemáticas de España y Europa, recorrida por miles de peregrinos cada año en busca de aventura, espiritualidad y conexión con la naturaleza. Uno de los tramos más populares y concurridos es el que va desde Triacastela hasta Sarria, un recorrido de aproximadamente 20 kilómetros que ofrece una experiencia única para aquellos que deciden emprender esta etapa.
El pueblo de Triacastela, situado en la provincia de Lugo, es el punto de partida de esta etapa del Camino de Santiago. Su nombre, que significa “tres castillos” en gallego, hace referencia a las tres fortalezas que se encontraban en la zona durante la Edad Media. Hoy en día, este pequeño pueblo es un lugar de paso obligatorio para los peregrinos que recorren el Camino Francés, y cuenta con una amplia oferta de servicios para los caminantes.
Una vez iniciado el recorrido, el peregrino se adentrará en un paisaje de ensueño, rodeado de montañas y bosques que invitan a la reflexión y al disfrute de la naturaleza. El camino está bien señalizado y cuenta con numerosos puntos de descanso y avituallamiento, lo que lo convierte en una ruta accesible para todo tipo de personas.
Uno de los atractivos de esta etapa es la variedad de paisajes que se pueden contemplar a lo largo del recorrido. Desde campos de cultivo hasta pequeños pueblos con encanto, pasando por frondosos bosques y hermosas vistas panorámicas. Sin duda, un deleite para los sentidos que hará que el peregrino se sienta en armonía con el entorno.
Además de su belleza natural, esta etapa del Camino de Santiago también ofrece un importante patrimonio cultural y religioso. A lo largo del camino, se pueden encontrar numerosas iglesias, monasterios y ermitas que dan cuenta de la importancia histórica y espiritual de esta ruta. Entre ellas destaca la iglesia de Santiago de Triacastela, construida en el siglo XII y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
El pueblo de Sarria, destino final de esta etapa, es una de las localidades más importantes del Camino de Santiago. Con una rica historia que se remonta a la época romana, esta villa ofrece una gran oferta turística y cultural para los peregrinos. Además, es el punto de partida de la última etapa del Camino Francés, por lo que suele estar lleno de vida y ambiente.
Sarria es también conocida por ser el lugar donde se otorga la “Compostela”, un certificado que acredita que el peregrino ha recorrido al menos los últimos 100 kilómetros del Camino de Santiago a pie o a caballo. Este reconocimiento es muy valorado por los caminantes y es una muestra más de la importancia que tiene esta ruta para miles de personas en todo el mundo.
Sin duda, el tramo entre Triacastela y Sarria es una de las etapas más emocionantes y enriquecedoras del Camino de Santiago. Una combinación perfecta de naturaleza, cultura, espiritualidad y aventura que atrae a miles de personas cada año. Si estás pensando en emprender esta ruta, no dudes en incluir esta etapa en tu recorrido, ¡no te arrepentirás!
